por Adriana Nartallo y Daniel Amorín Y finalmente se concretó la mudanza con una mezcla extraña de sentimientos. Por un lado, la alegría de que se haya concretado una propuesta locativa que revitalice a la Cinemateca y redoble su apuesta a un cine diferente. Pero por otro fue inevitable que aflorara la nostalgia y cierta angustia de no volver a ingresar nunca más a esa sala con la que compartimos 36 años de nuestras vidas. Nuestra vocación nació como espectadores en las salas de Cinemateca, un bastión democrático y cultural en tiempos de dictadura, cuando no existían la Facultad de Comunicación ni ningún tipo de escuela de cine. Paradójicamente en esos tiempos de resistencia, Cinemateca contó con una enorme cantidad de socios, y en sus salas se respiraba la libertad artística y creativa del cine de Bergman, Buñuel, Tarkovski, Resnais, Losey y tantos otros. En esas mismas salas conocimos el cine que se hacía en la Unión Soviética, el de los últimos tiempos de la
Producciones de HACHAYTIZA es una productora de contenidos audiovisuales en género documental y ficción, que pone el énfasis en la construcción de un relato audiovisual claro, entretenido y emotivo a través de la fotografía, el encuadre, el trabajo sonoro, y especialmente, a través de la herramienta que distingue al arte audiovisual de cualquier otro: el montaje.