“Hay hombres que
luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay
quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la
vida, esos son los imprescindibles.” Bertolt Brecht.
Nuestra historia de
amor con Minas nació allá por 2007 cuando ideamos “Penumbra en la sierra” y
logramos inicialmente hacerlo realidad a través del piloto de lo que soñaba
transformarse en una serie de ficción policial verdaderamente integradora de
Montevideo y el Interior. Pero esa historia se consolidó y se transformó en una
relación especial, de hermandad, confraternidad cómplice, aquel día en que Marita
Aiub nos presentó en la Casa de la Juventud al Padre Renom.
Porque La Casa de la
Juventud y el Padre Renom nos permitieron durante tres años (2008-2010) realizar
talleres de lenguaje y realización audiovisual y talleres de actuación frente a
cámara, que nos permitieron mantener la llama encendida de ese proyecto que aún
espera algún día concretarse.
En esos tres años,
la Casa no sólo aportó la locación a cambio de un irrisorio porcentaje de las
cuotas; nos brindó el alojamiento imprescindible para dar las clases todos los
viernes y sábados de aquellas inolvidables jornadas, y el placer de compartir
los fines de jornada en la cantina junto a Renom, “Pinky” y Gustavo.
Y nosotros, por tres
años, tuvimos la dicha de vivir y disfrutar -como si estuviésemos dentro de una
película sobre la guerra civil española- la amistad, la vehemencia, las charlas,
de un “cura rojo” y catalán como los que habíamos conocido en tantas películas a
fines de nuestra dictadura.
Con el notable fin de
cursos en 2009, con el fondo de la Casa de la Juventud llena de gente, todos
sabíamos que un ciclo estaba concluyendo, y en efecto el año 2010 ya no contó
con tres talleres simultáneos sino apenas con los persistentes integrantes del taller
de actuación. De ese último taller queda una anécdota vinculada directamente a
Renom. El corto de fin de cursos, “Un regalo inolvidable”, planteaba una
intriga en clave de comedia que concluía con la protagonista que, en lugar de repartir
en vida la herencia con sus hijas, se marchaba de viaje a disfrutar de sus
últimos años. Una vez presentado el corto, Renom -que había tenido un pequeño
papel en la trama haciendo de sí mismo- nos sugirió con su clásica picardía que
la protagonista debería haberse ido de viaje con el cura... Por lo cual, para
el festejo de fin de año en la Casa creamos ese final alternativo.
La falta de apoyos y
de gente que renovara la plantilla de los cursos nos alejó de Minas. Pero esa
especial relación forjada en la comunión de la solidaridad, de luchar por
cambiar la realidad, mantuvo el estrecho lazo.
Y cada año, siempre hubo
alguna excusa para reencontrarnos.
El año pasado se
cumplían 40 años de la Casa y fuimos invitados a celebrarlo con alguna
actividad.
Y para nosotros no
había mejor idea que festejar el acontecimiento con un homenaje en vida a la
Casa y su mentor: el padre Renom. Un documental realizado en un día con la
complicidad de Martha y Graciela, con edición en cámara, para ser realizado y
exhibido en la misma jornada, que compartimos ahora con ustedes.
Renom emprendió ahora
un viaje distinto al de “Un regalo inolvidable”.
Pero el regalo
inolvidable nos lo dejó a todos quienes tuvimos el privilegio de haber conocido
a un ser excepcional y entrañable.
Se lo va a extrañar.
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Barcelona, 22 de diciembre de 1936 - Minas, 5 de setiembre de 2015 |
Acá van algunos fragmentos, a modo de avance del documental:
El documental completo:
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