La noticia conmociona. Murió Kim Ki Duk . A nuestro juicio, uno de los cinco cineastas más importantes y personales de los últimos 35 años. Las reseñas a las que hemos podido acceder, insultantemente breves, sólo dicen que murió por “complicaciones derivadas del Coronavirus” . A quienes vimos ese descarnado testimonio llamado “Arirang” (2011), en el que Kim se filma a sí mismo como un despojo humano al que le cuesta encontrar razones para seguir vivo; a quienes fuimos mudos testigos de esa confesión impar, nos va a costar creer que Kim simplemente haya muerto a causa de un virus. Ese ser atormentado tenía causas más profundas y dolorosas para ser elegido por la Señora Otra. Pero no nos importa hablar de su muerte, sino de su vida. O mejor dicho, de su obra, que es lo que nos queda. Y para ello copiamos un artículo escrito en 2014 por Daniel Amorín , para la revista española Fiat Lux . "Kim Ki-duk o la tragedia en tres actos" A mi modo de ver, el coreano Kim Ki-duk y e...
Producciones de HACHAYTIZA es una productora de contenidos audiovisuales en género documental y ficción, que pone el énfasis en la construcción de un relato audiovisual claro, entretenido y emotivo a través de la fotografía, el encuadre, el trabajo sonoro, y especialmente, a través de la herramienta que distingue al arte audiovisual de cualquier otro: el montaje.
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