Esta vez no recomendamos una película, nuestro vicio, sino un libro de cuentos (otro vicio, la literatura, a veces descuidado) editado por Ediciones de Banda Oriental, ganador del reciente Premio Nacional de Narrativa.
Se trata de "No vi la luna" de Leonardo de León, un joven escritor minuano que tuvimos el placer de conocer en los talleres de lenguaje y realización audiovisual en Minas, Lavalleja.
Todavía no compramos el libro, en breve lo haremos e invitamos a todos a hacerlo, pero desde ya los invitamos a descubrirlo por tratarse de alguien especial, con una gran sensibilidad, y con cosas para decir.
Aquí va un adelanto de uno de los cuentos, rescatado del blog: http://clubdecatadores.wordpress.com/
Me ha costado mucho conciliar el sueño en estos días después del reencuentro con Mabel. Anoche pasé varias horas dando vueltas en la cama hasta quedar atrapado en mi propio capullo, pensando en lo que había hecho, o en lo que habíamos hecho, con la esperanza de hallar una respuesta cabal de una vez por todas; la confirmación terrible y definitiva de mi don. Fue una noche densa cargada de pesadillas. Mabel entraba y salía del sueño como una aguja que borda una tela tirante. Me desperté exaltado en varias ocasiones, con un gusto salado en la boca. Después de la cinco todo fue en vano. Me quedé mirando el techo con los ojos apenas abiertos, sintiendo el ritmo agitado de mi respiración, reconociendo la flacidez del agotamiento en brazos y piernas. Pude ver la luz creciente del amanecer en las ranuras de la persiana. Decidí levantarme y preparar un trago cuando escuché que pasaban el diario por debajo de la puerta.
de “El don”
Se trata de "No vi la luna" de Leonardo de León, un joven escritor minuano que tuvimos el placer de conocer en los talleres de lenguaje y realización audiovisual en Minas, Lavalleja.
Todavía no compramos el libro, en breve lo haremos e invitamos a todos a hacerlo, pero desde ya los invitamos a descubrirlo por tratarse de alguien especial, con una gran sensibilidad, y con cosas para decir.
Aquí va un adelanto de uno de los cuentos, rescatado del blog: http://clubdecatadores.wordpress.com/
Me ha costado mucho conciliar el sueño en estos días después del reencuentro con Mabel. Anoche pasé varias horas dando vueltas en la cama hasta quedar atrapado en mi propio capullo, pensando en lo que había hecho, o en lo que habíamos hecho, con la esperanza de hallar una respuesta cabal de una vez por todas; la confirmación terrible y definitiva de mi don. Fue una noche densa cargada de pesadillas. Mabel entraba y salía del sueño como una aguja que borda una tela tirante. Me desperté exaltado en varias ocasiones, con un gusto salado en la boca. Después de la cinco todo fue en vano. Me quedé mirando el techo con los ojos apenas abiertos, sintiendo el ritmo agitado de mi respiración, reconociendo la flacidez del agotamiento en brazos y piernas. Pude ver la luz creciente del amanecer en las ranuras de la persiana. Decidí levantarme y preparar un trago cuando escuché que pasaban el diario por debajo de la puerta.
de “El don”
Comentarios
GRACIAS, MUCHAS GRACIAS.
A ver cuándo nos vemos.
Abrazo grande.