Se trata de MARLEY, el documental del escocés Kevin McDonald (El último rey de Escocia) sobre el mítico músico de reggae.
En dos horas, y apelando a un abundante material de archivo entrecruzado con imágenes rodadas especialmente para el film, MARLEY resume la vida de su biografiado, desde su dura infancia (Nine Miles, Jamaica, febrero de 1945) marcada por la muerte de su padre y sus padecimientos generados por el prejuicio racial, hasta el cáncer que se lo llevó en ocho meses en 1981, con treinta y seis años de edad, con un énfasis particular en los conflictos que enfrentó al comienzo de su carrera.
El resultado ha sido descrito como “un documental modélico, que conjuga perfectamente la función divulgativa y de entretenimiento que debería tener todo producto de este tipo. … Una película tierna, divertida y hasta emotiva, de innegable interés tanto para los poco familiarizados como para los más entendidos en la materia. Un documental de obligado visionado no solo para los fans del reggae, sino de la música en general”.
Nominada a mejor documental para los British Independent Awards y los Image Awards.
Fuente: Cinemateca Uruguaya.
Este sábado pudimos finalmente ir a verla. Sin saberlo, ese día se estaban cumpliendo exactamente 32 años de su muerte: un 11 de mayo de 1981.
El documental que dura como dos horas y media transcurre de forma amena, absolutamente disfrutable por su material de archivo, los personajes alucinantes que entrevista, obviamente por la música y porque, por lo menos a nosotros, nos aportó muchísimo respecto al personaje, a su alucinado viaje por esta vida que poco tiene que ver con el porro, y lo que significa la cultura y religión rastafari, que tiene poco de apología a la marihuana y muchísimo de defensa de los derechos de la cultura afro. Está realmente muy buena!
Nuestra calificación: 8
En dos horas, y apelando a un abundante material de archivo entrecruzado con imágenes rodadas especialmente para el film, MARLEY resume la vida de su biografiado, desde su dura infancia (Nine Miles, Jamaica, febrero de 1945) marcada por la muerte de su padre y sus padecimientos generados por el prejuicio racial, hasta el cáncer que se lo llevó en ocho meses en 1981, con treinta y seis años de edad, con un énfasis particular en los conflictos que enfrentó al comienzo de su carrera.
El resultado ha sido descrito como “un documental modélico, que conjuga perfectamente la función divulgativa y de entretenimiento que debería tener todo producto de este tipo. … Una película tierna, divertida y hasta emotiva, de innegable interés tanto para los poco familiarizados como para los más entendidos en la materia. Un documental de obligado visionado no solo para los fans del reggae, sino de la música en general”.
Nominada a mejor documental para los British Independent Awards y los Image Awards.
Fuente: Cinemateca Uruguaya.
Este sábado pudimos finalmente ir a verla. Sin saberlo, ese día se estaban cumpliendo exactamente 32 años de su muerte: un 11 de mayo de 1981.
El documental que dura como dos horas y media transcurre de forma amena, absolutamente disfrutable por su material de archivo, los personajes alucinantes que entrevista, obviamente por la música y porque, por lo menos a nosotros, nos aportó muchísimo respecto al personaje, a su alucinado viaje por esta vida que poco tiene que ver con el porro, y lo que significa la cultura y religión rastafari, que tiene poco de apología a la marihuana y muchísimo de defensa de los derechos de la cultura afro. Está realmente muy buena!
Nuestra calificación: 8
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