"Padre Padrone" fue el film que dio a conocer internacionalmente a Paolo y Vittorio Taviani.
Estos hermanos italianos que co-dirigen sus films, se caracterizan por un cine comprometido políticamente con las causas de los más desfavorecidos de este mundo.
Influenciados quizás en parte por el neorrealismo y su compromiso con la realidad pero con un estilo cinematográfico propio y original, muy lejano de lo que podría llamarse "estilo documental", han marcado una huella indeleble en la historia del cine.
En la mayor parte de sus películas los guiones están estructurados en secuencias donde cada escena está trabajada en base a una imagen central absolutamente cinematográfica, sin caer por ello en ningún tipo de virtuosismo que subraye algún efectismo sino, por el contrario, dando coherencia total al relato y su forma. De la misma manera está cuidado el material sonoro de sus films.
Esta película es un ejemplo de esto.
Está basada en la historia de Gavino Ledda, un pastor analfabeto hijo de una familia pobre del sur de Italia que padeció las condiciones de vida (pobreza, autoritarismo, brutalidad) de una sociedad acostumbrada a eso, pero que logró despegar de su situación, entre otras cosas, contando su historia.
En la cartelera de este blog está disponible el trailer.
Para conocer más sobre estos cineastas, compartimos con ustedes parte de una entrevista realizada por Christian Kupchik por los años 90.
La entrevista completa la pueden leer en LA CROQUETA DIGITAL.
"Cuando leímos de un joven pastor que hasta los 20 años estuvo aislado en medio de las montañas, analfabeto, y luego al hacer el servicio militar se puso a estudiar, descubrió la cultura, se licenció en glotología, la cosa nos impresionó mucho. ¿Por qué? Porque este hombre que había crecido rodeado por el más absoluto silencio, en el momento de elegir la materia de estudio a la que dedicará su vida, elige la ciencia de la palabra, la ciencia de la comunicación. Era un fenómeno singular, clarísimo en sus significados. Esto fue lo que nos fascinó: el pasaje del silencio a la comunicación. Nuestra película, dijimos, será una película glotológica, construida en base al sonido y al silencio, puesto que la elección de este hombre es similar a la nuestra, ya que también elegimos una profesión ligada a la comunicación. Sentimos que la película era más autobiográfica que otras que habíamos hecho, indirectamente, a través de la historia de un pastor. En la película la columna sonora es un personaje tan importante como el resto. Si tienes presente el movimiento del filme, recordarás que muchas secuencias están construidas sobre el sonido o la ausencia de sonido. El elemento antropológico esté probablemente en el interior de todo esto".
Estos hermanos italianos que co-dirigen sus films, se caracterizan por un cine comprometido políticamente con las causas de los más desfavorecidos de este mundo.
Influenciados quizás en parte por el neorrealismo y su compromiso con la realidad pero con un estilo cinematográfico propio y original, muy lejano de lo que podría llamarse "estilo documental", han marcado una huella indeleble en la historia del cine.
En la mayor parte de sus películas los guiones están estructurados en secuencias donde cada escena está trabajada en base a una imagen central absolutamente cinematográfica, sin caer por ello en ningún tipo de virtuosismo que subraye algún efectismo sino, por el contrario, dando coherencia total al relato y su forma. De la misma manera está cuidado el material sonoro de sus films.
Esta película es un ejemplo de esto.
Está basada en la historia de Gavino Ledda, un pastor analfabeto hijo de una familia pobre del sur de Italia que padeció las condiciones de vida (pobreza, autoritarismo, brutalidad) de una sociedad acostumbrada a eso, pero que logró despegar de su situación, entre otras cosas, contando su historia.
En la cartelera de este blog está disponible el trailer.
Para conocer más sobre estos cineastas, compartimos con ustedes parte de una entrevista realizada por Christian Kupchik por los años 90.
La entrevista completa la pueden leer en LA CROQUETA DIGITAL.
–¿Recuerdan cuál es el primer contacto directo con el cine, el golpe que los inclina hacia esa expresión?
–Paolo Taviani: Sí, en el '44 debimos dejar San Miniato porque los alemanes destruyeron nuestra casa. Hicieron una cruz verde con el signo de San Lorenzo, y como mi padre era antifascista, una de las primeras casas en saltar fue la nuestra. Nos dirigimos a Pisa y allí, casi por casualidad, encontramos el cine. Unos amigos nos dijeron: "Nosotros hacemos cine–club, vemos viejas películas". Nos sonó muy "intelectualoide" eso de tener un cine–club, muy de burgueses que se aburren, y nos burlábamos de ellos, hasta que una mañana de domingo, en mayo nos dijimos: "está terminando la proyección de estos tontos, vayamos a ver qué hacen... Entramos y estaban dando los últimos diez minutos de una película muda, "Jean d'Arc" de Carl Dreyer. Por ignorantes, quedamos fulminados, nunca pudimos imaginar que el cine podía significar esos primeros planos, esos silencios, esas miradas, ese montaje... Sin entender nada, sólo presenciamos diez minutos. Un nuevo mundo expresivo se abría para nosotros. Años más tarde, también en Pisa, fuimos con mi familia a ver una de Rossellini; el público protestaba, y mientras salía nos decía: "no entren, es una película malísima, muy aburrida..." Entramos y encontramos "Paisá"; volvimos a ver en la pantalla todas las experiencias vividas en esos últimos años, con el '44 que revivía en la pantalla y allí, no sólo pudimos contemplar sino entender más nuestra vida. En ese momento, se suman Dreyer más Rossellini, y la elección ya estaba hecha: cine o muerte.
"Cuando leímos de un joven pastor que hasta los 20 años estuvo aislado en medio de las montañas, analfabeto, y luego al hacer el servicio militar se puso a estudiar, descubrió la cultura, se licenció en glotología, la cosa nos impresionó mucho. ¿Por qué? Porque este hombre que había crecido rodeado por el más absoluto silencio, en el momento de elegir la materia de estudio a la que dedicará su vida, elige la ciencia de la palabra, la ciencia de la comunicación. Era un fenómeno singular, clarísimo en sus significados. Esto fue lo que nos fascinó: el pasaje del silencio a la comunicación. Nuestra película, dijimos, será una película glotológica, construida en base al sonido y al silencio, puesto que la elección de este hombre es similar a la nuestra, ya que también elegimos una profesión ligada a la comunicación. Sentimos que la película era más autobiográfica que otras que habíamos hecho, indirectamente, a través de la historia de un pastor. En la película la columna sonora es un personaje tan importante como el resto. Si tienes presente el movimiento del filme, recordarás que muchas secuencias están construidas sobre el sonido o la ausencia de sonido. El elemento antropológico esté probablemente en el interior de todo esto".
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